Durante los últimos años se ha escuchado cada vez más hablar sobre el término burnout que se denomina también síndrome de desgaste profesional. Este síndrome ocurre como una combinación de factores que incluyen demandas excesivas de trabajo en largos periodos, y un inadecuado manejo del estrés, lo cual resulta en 3 características principales: agotamiento emocional, despersonalización y disminución del desempeño laboral.

El agotamiento, además de la cuestión física, se refiere sobre todo al aspecto emocional, donde las personas sienten que sus recursos emocionales han sido totalmente desgastados debido a la sobrecarga laboral. Se manifiesta principalmente con cansancio y falta de energía.

La despersonalización se refiere a una actitud de cinismo ante las situaciones y personas en el trabajo, mostrándose insensible, apático, y negativo. Dado que la persona que presenta burnout se encuentra desgastada y sin interés por lo laboral, esta respuesta de despersonalización en una manera de amortiguar la frustración y la impotencia, evitando las interacciones y reduciendo los esfuerzos al mínimo.

Por otra parte, la disminución del desempeño laboral va acompañada por sentimientos de ineficacia y de incompetencia debidos a la falta de logros en el trabajo. Además, la falta de apoyo por parte de jefes o compañeros y de oportunidades para desarrollarse, generalmente se suma a este componente, haciendo que el trabajo pierda el valor y el significado que tenía para la persona.

Otros de los síntomas más comunes son: temor, aislamiento, ansiedad, cambio de peso, uso de sustancias, dificultad para concentrarse, problemas de sueño y depresión.

Por supuesto, el burnout afecta todas las interacciones. En el ámbito personal se desequilibra el tiempo de convivencia con la familia y con amigos, y se alteran los hábitos personales de cuidado y de salud, principalmente los de alimentación, sueño y ejercicio. 

En el aspecto laboral, el servicio y las funciones que desempeñe la persona con burnout por supuesto serán deficientes. La falta de compromiso, el ausentismo, el riesgo de accidentes y la rotación, pueden afectar de manera importante a las empresas.

Tomando en cuenta las implicaciones y consecuencias del burnout en las organizaciones, resulta primordial la prevención. En este sentido, un diagnóstico del clima laboral en conjunto con la evaluación de la NOM035, pueden resultar muy útiles para identificar aquellos factores que repercuten en la salud física y emocional de los trabajadores.

Aún en el caso de que algunos trabajadores ya presenten burnout, es posible trabaja