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10 Recomendaciones para iniciar un nuevo hábito

Sabemos que adquirir nuevos hábitos no siempre puede resultar lo más sencillo, ya que primero requiere tomar consciencia de por qué y para qué se realizará ese cambio, y posteriormente esforzarse de manera intencional. Aunque al principio pueda costar trabajo, si se mantiene la constancia, poco a poco  se podrá ir notando los beneficios. No hay que perder de vista el valor del objetivo a mediano y largo plazo y el significado que tienen para ti las nuevas acciones cuando se trata de mejorar tu vida.

Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación te comparto 10 recomendaciones útiles para facilitar tu proceso de cambio.

1.- Reflexiona sobre las cosas que anteriormente te obstaculizaron o te hicieron darte por vencido cuando intentaste cambiar alguno de tus hábitos. Ten en cuenta que aprender de los errores y de las experiencias pasadas puede ayudar a prepararte mejor y a prever situaciones difíciles. Por ejemplo, si anteriormente te frenaron tus propios pensamientos diciéndote que tus esfuerzos eran inútiles, quizás sea una buena opción hablarte con mensajes más positivos y que te permitan conservar la motivación.

2. Asume tu propia responsabilidad, recuerda que sólo tú puedes cambiar tu vida. Cada vez que le echas la culpa a algo o a alguien, tus pretextos para no trabajar por lo que quieres tienden a multiplicarse y tus posibilidades de cambio tienden a reducirse. Te sugerimos dejar las excusas a un lado y mejor volverte protagonista de tu vida con menos palabras y más acción.

3. Cambia tu mentalidad y después transforma tu vida. Para incorporar nuevos hábitos, lo primero que tienes que cambiar es tu forma de ver las cosas. Deja de darle tanta importancia al placer inmediato, sal de la comodidad y dale más valor a lo que lleva su tiempo. Puede ser útil tener en cuenta que las cosas que realmente valen la pena requieren de un proceso, es decir, tiempo y esfuerzo. Por esta razón es importante que tengas presentes los beneficios a mediano y largo plazo para encaminarte hacia hábitos saludables sin perder la motivación.

4. Empieza con los cambios más fáciles y agradables para ti, eso te ayudará a motivarte y a hacer menos difíciles los primeros pasos. Por ejemplo, si quieres comer de manera más saludable y en general no te gustan las verduras, quizás puedas empezar a identificar cuáles verduras te resulten menos desagradables y prepararlas en una ensalada con otros alimentos que sí te gusten. Esfuérzate por realizar pequeñas acciones diariamente aunque no sean las más agradables.

5. Comienza con una cosa a la vez. A veces queremos hacer todo al mismo tiempo, por ejemplo hacer ejercicio, comer sanamente, dormir más horas, etc., sin embargo terminamos sin hacer ninguna de todas las cosas que prometemos. Por eso mejor enfócate en una sola cosa, y evita incorporar otros cambios hasta tener este primer hábito dominado.

6. Cúmplete a ti mismo. Una vez que empiezas algo termínalo, no lo dejes a medias. Date el regalo de saber que cumpliste tu palabra y eso te motivará a seguir. Eso no quiere decir que las cosas tengan que ser perfectas, pero terminar una tarea te dará una gran satisfacción de logro. Por ejemplo, si te planteaste dedicar media hora de tu día al ejercicio, hazlo, no desistas hasta terminar el objetivo de ese día.

7. Identifica apoyos alrededor que puedan facilitar tu proceso. Ten en cuenta qué personas, lugares, momentos o circunstancias pueden favorecer tu motivación y tu cambio de hábitos. Por ejemplo, identifica lugares y momentos del día más propicios para hacer ejercicio, si sabes que es más fácil desistir del ejercicio si no te sientes acompañado, busca entonces un aliado. A veces sentir que otras personas se solidarizan cuando les compartimos nuestras intenciones y objetivos puede facilitarnos el camino.

8. Controla tus impulsos, y prevé situaciones que pongan en riesgo tus avances. Por ejemplo, si tu objetivo es disminuir tu consumo de tabaco, y sabes que próximamente habrá varias reuniones en las que los invitados tienden a fumar en exceso, quizás puedas idear algunas alternativas para autocontrolarte. Algunas cosas que podrías hacer son: alejarte por momentos de quienes fuman, tener algo en la boca para disminuir el deseo de fumar, distraerte con otra actividad,  no quedarte tanto tiempo en la reunión y/o recordarte continuamente el por qué y los beneficios de esta decisión.

9. Flexibilízate, ten paciencia, y persiste. Ante un cambio siempre habrá buenos y malos momentos, la idea es adaptarse a las circunstancias y tener en cuenta que no todo será sencillo. Recuerda que se trata de un proceso de aprendizaje, por lo que no hay manera ni tendrá sentido que te exijas que las cosas salgan bien y a la primera. Busca la manera de sortear los obstáculos y de mantenerte en el camino.

10. Recuerda que siempre puedes retomar el avance. Pensando en que por alguna razón hayas cedido a la tentación o a la presión social y que hayas recaído en los comportamientos no deseados, no olvides que puedes tomar nuevamente la iniciativa. Contrario a lo que piensas, no comenzarás desde cero, ya que cuentas con la experiencia anterior, así que anímate e inténtalo nuevamente.

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